15 noviembre 2006

Ardor Guerrero

Una constante a lo largo de mi vida profesional ha sido que conforme transcurre el último trimestre del año fiscal de cualquier empresa, se palpa en el aire una creciente tensión relacionada con el cumplimiento de los objetivos de negocio previstos. Rara vez llegas a final de año sacando pecho, así que lo habitual es ver rostros serios, preocupación, notas a todo el personal... todo ello para que la tropa se sienta involucrada y no meramente implicada en su consecución.

¿Cuál es la diferencia entre estar implicado y estar involucrado? Me lo explicaron de una forma muy sencilla en mi primer proyecto: tan sólo hay que pensar en un plato de huevos con panceta. Las gallinas están implicadas, pero el cerdo se involucra al 100%. Vaya si se involucra.

Si por cualquier circunstancia no os sentís suficientemente motivados de cara a vuestro cierre de año, os recomiendo que veáis este vídeo. Nada que envidiar al de Steve Ballmer:



(de la película "El año de la garrapata")

¡Nos leemos!

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